´Hay que transmitir a Zapatero que está ante la oportunidad de abordar e iniciar un proceso importante e histórico para resolver un conflicto que lleva más de 150 años sin resolverse´, ha dicho. El portavoz EA, Rafa Larreina, considera que el lehendakari debe decirle al presidente Zapatero en su reunión de mañana que ´debe respetar y admitir una decisión democrática que emana de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía vasca´. Así se lo ha trasmitido en la reunión que han mantenido esta tarde según ha indicado en su posterior comparecencia ante los medios de comunicación. Larreina también ha sostenido que ´hay que decirle también que igual que Zapatero dijo que respetaría lo que dijera el Parlamento catalán con mayor razón debiera secundar lo que dice el Parlamento vasco´.
En este sentido, ha recordado que la propuesta de nuevo estatuto es fruto de ´un largo proceso de debate en el que todos han podido participar y el que no la hecho ha sido porque no ha querido´. ´Todas nuestras propuestas son fruto de un esfuerzo de consenso y tras renunciar a varios de nuestros planteamientos en aras de buscar puntos de encuentro´, ha añadido. Según ha sostenido, el plan Ibarretxe responde a dos elementos que están en la base del conflicto vasco y son fundamentales para su resolución, como son ´la territorialidad y el derecho de autodeterminación´. Por ello, ´hay que transmitir a Zapatero que está ante la oportunidad de abordar e iniciar un proceso importante e histórico para resolver un conflicto que lleva más de 150 años sin resolverse´.
´Inteligencia y audacia´
En esta línea, Larreina ha exigido al presidente Zapatero ´inteligencia, audacia y valentía política para dar ese paso y convertirse en un auténtico hombre de Estado que pase a la historia por resolver problemas, no por crear más de los que ya existen´. El representante de EA también se ha referido al secretario general de los socialistas vascos,Patxi López. ´Si no respeta la decisión del Parlamento vasco habría que decirle a López cómo pretende ser el lehendakari elegido por un Parlamento sí él no reconoce ni acata sus decisiones. Es una contradicción´, ha concluido.